Fallaste a
quienes te rodearon,
Llanero
solitario que caminas
Lejos de las
ciudades, por el estanco del enigma.
Luchaste
bien, pero fue en vano,
Dejaste todo
por a quienes llamaste hermanos.
Cubriste tu
honor de fango y hundiste toda tu cara en el barro.
Aprendiste
bien la lección,
Con esa gran
daga en tu pulmón.
Hinchaste tu
rodilla, por culpa de esa zancadilla
Y dejaron tu
autoestima hecha papilla, ¿verdad?
(Aprendiste
mucho de la vida,
Con lo dura
que fue tu caída)
Y dime que es
lo que te agita
Que mil veces
caíste y millones te levantaste
No dejarás
que nada te eche un cable ni te ayude,
Eres tu
propio baluarte.
Baluarte de
gloria y poder,
Sueños que
viste nacer,
Creiste en
mí, pero fue por ti, es así,
Difícil de
creerlo, sí.
Es la vida
del guerrero caído,
Aquel que
estuvo dormido pero en vilo.
Dejaste ver
una oportunidad para creer
Que no
tuviste suerte, pero eres libre,
Que tienes
valor para vencer a la mismísima muerte.
Es la
victoria de las almas en pena, levantarte y contemplar tu huella.
Disfrútala
hasta tu próxima condena.
Eres mi héroe
y eres mi padre,
Eres todos
los ídolos que de ejemplo tomaste.
Brillante y
reluciente, para mí será siempre
Tu historia,
Esa gran
historia de como te levantaste.
No busques héroes, no los necesitas, porque encontrarás al mejor de todos dentro de ti.
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