viernes, 25 de octubre de 2013

Crítica ofendida

Lamentando en gran medida la falta de redacción dedicada a este blog, y lamentando más aún que ninguno de mis lectores lo eche en falta, hoy la indignación y la sangre caliente corriendo por mis venas ha llegado a tal nivel que no puedo sino manifestar mi más intenso desacuerdo con la fuente de dicha confrontación.
Hoy asiduamente he leído el periódico La Gaceta (para quien no lo conozca, es un periódico de corte más que derechista) que me suministra gratuitamente la universidad Rey Juan Carlos (es el único periódico general que suministra, los motivos no serán leídos aquí, saquen conclusiones) y tal ha sido mi confusión al leer un artículo, el cual he copiado en su estricta totalidad en la entrada anterior de mi blog (Ignoro si violo los derechos de autor, mas he citado la fuente y he dejado clara constancia de a quién pertenece dicho artículo, confío en que los moderadores de Blogspot actuarán sabiamente).

Dicho artículo me ha provocado a redactar una efusiva respuesta crítica en este mi blog, exponiendo mi punto de vista sobre la realidad que nos presenta. Os exhorto de manera imperativa e incuestionable leer el artículo que os presento en este link si deseais proseguir con la lectura: Artículo de la Gaceta.

PD: Disculpen mi lenguaje obsceno, pero creo que es condición sine qua non en esta entrada expresar mi más profundo disgusto a través del lenguaje vulgar, debido a su significativa carga psicológica.

Bueno, en los dos primeros párrafos podemos entender que el autor no cuestiona la huelga (en ese caso yo estaría de acuerdo, tal vez no en las mismas razones pero sí en el hecho de cuestionar la huelga de alumnos), sino que cuesta los motivos por los cuales tanto profesores como alumnos se manifiestan. Dicha huelga ha sido convocada para protestar por el panorama actual de la educación pública y universitaria. Hasta aquí, bien (Bien si ignoramos los errores de redacción que he encontrado en el artículo, claro. Está transcrito literalmente, faltas inclusive).

Comienza con una reseña demagógica: EL ALUMNO SÓLO PAGA EL 20% (1). El gobierno tuvo que subir las tasas debido a la complicada situación de las arcas públicas (2). Antes de la subida sólo pagaba el 15% y el resto lo pagaban los contribuyentes (3). El estudiante se hacía cargo de una factura de entre 5000 y 7000 euros, y los 30000 restantes, el Estado (4).

Este párrafo me permite 4 reseñas:
1: Sólo. Hay que agradecerle al Estado que sólo paguemos el 20% y el 80% restante provenga de los impuestos del resto de ciudadanos. Menudo chollazo, teniendo en cuenta que es una educación PÚBLICA.
2: La complicada situación de las arcas públicas les permite hacer tejemanejes económicos tales como recortar la partida destinada a Educación y Sanidad para invertirla en presentarse a unos Juegos Olímpicos y mandar a la mitad de la población política pagándoles un avión y dietas a representar a España en dicha conferencia de los J.J.O.O. La complicada situación de las arcas públicas no pasa por una falta de liquidez, sino por un excesivo y exabrupto consumo de incompetencia burocrática y gubernamental que alcanza cotas estratosféricas y pornográficas (este adjetivo viene de la mano de un muy querido profesor mío).
3: Sigue insistiendo en el matiz grosero y despectivo de ''sólo'', sin tener en cuenta las dificultades económicas de aquellos que acometen una carrera universitaria.
4: Concluye el artículo presentando que sólo es un aumento del 5% total en el precio. En la práctica para el estudiante, ese 5% sobre el total se traduce en (pongamos mi carrera donde yo pago el 10%) un incremento del 50% del precio que estaba pagando. Cuentas mágicas aparte, mi matrícula de 800 euros al año siguiente se convirtió en una de 1600 euros. Un 100% de subida real. Esos 5000 o 7000 euros de media se convierten en 10000 y 12000 euros de media con el incremento, cifras despiadadamente altas que el redactor tienen bien en cuenta no escribirlas, confiando en la mentalidad opaca del lector. En otras (Y más soeces) palabras, el redactor nos toma por completos gilipollas. 

La subida de tasas del Ministerio de Educación provoca que el alumno pague 60 euros más al mes (1). Además el Gobierno penaliza a quienes repitan, reduciendo paulatinamente la proporción aportada por el Estado a aquellas asignaturas en las que el alumno repita. Cito textualmente, ''Si insiste en no aprobar, se encarece hasta el 75%''. (2).

1: Es en este momento el autor hace alarde de su absoluta ignorancia en cuanto a la forma de pago de las tasas universitarias, ya que aunque este año se ha implantado por parte de las Universidades (Ya que el Ministerio poco tiene que ver en estas lides) la posibilidad de pagar en varios plazos, el año pasado la única forma era de golpe o en 3 mensualidades, lo que la económica y accesible subida de precios de 60 euros al mes se traduce en 180 verdes por pago, sumando unos 540 euros de media. Casi un sueldo mínimo interprofesional. 
2: Otra vez el autor vuelve a hacer gala de su capacidad empática similar a la de un caracol reventado contra un canto rodado cuando imagina que si un alumno universitario del que se espera madurez y responsabilidad al ser mayor de edad, decide suspender por placer. Tal vez sea por falta de adaptación a la nueva institución, complicación por conciliación en la vida laboral o dificultad a la hora de afrontar la materia, pero nunca, NUNCA nadie suspenderá por placer. A menos que sea un punki, vago, quemafarolas y perroflauta, como da a entender este individuo a lo largo de su artículo.

En el siguiente apartado, afirma que España es uno de los países del mundo que más gasta en educación (1). Es el séptimo país de la UE que más invierte por alumno (2). El gasto universitario es superior al de otros países europeos (3).

1: Superado por otros países como Finlandia, Estados Unidos, Suecia, Australia, Países Bajos, Reino Unido, Noruega, Dinamarca, Japón, etc... Eso de que es uno de los que más gasta es en términos relativos, ¿Verdad? (Datos de la OCDE, informe de 2008, que lo miramos para lo que nos interesa, cretino. En mi pueblo eso se llama manipular datos y/o hacer demagogia)
2: Partiendo de la base de la súper población universitaria española que aumenta el gasto por su cantidad pero no por su coste, no le veo relevancia a este dato, más allá de que la carrera en España es una de las más baratas del mundo, ya que aquí de media una carrera cuesta entre unos 10.000 y 15.000 euros anuales, mientras que en Francia aumenta a los 20.000 y en Estados Unidos, una carrera en Harvard cuesta cerca de 60.000 euros anuales.
La cifra contrasta con el crecimiento universitario, por razones evidentes, Sr. Notengoniputaideaperomelasdoydelistoalcruzardatos, ya que por todos es sabido que si cogemos una cifra grande y la aumentamos en X, su aumento relativo será infinitamente inferior al aumento X de una cantidad pequeña, como es la población universitaria francesa, inglesa y alemana que les permite invertir más por alumno al ser menos. Doy por sentado que este autor comprende perfectamente este hecho, pero lo oculta para tal vez intentar engañar a alguien cuya masa encefálica sea inferior a la suya. Una mosca retrasada, tal vez.

El último apartado estipula que los profesores de los centros educativos no deberían quejarse, ya que ganan más al año que sus homónimos europeos (al empezar, curioso matiz). (1)
Acaba el artículo denunciando que pese al enorme gasto, el rendimiento español es alarmantemente inferior, en comparación al de nuestros licenciados y gradudados europeos. (2)

1: Querido lector, cabe explicar para este párrafo final que el salario BRUTO no lo es todo a la hora de valorar el coste de una profesión. Si nuestros profesores ganan un poco más, me gustaría saber el ratio de alumno/profesor que hay en España y en otros países, porque de buena tinta es sabido que en los colegios españoles, donde antes te encontrabas con 30 alumnos a lo sumo, ahora te encuentras a 50 o más alumnos por profesor, debido al despido masivo de docentes. El ratio de alumno/profesor está tan disparado, que la diferencia económica me parece demasiado pequeña, debería ser MÁS, porque no se percibe ni el esfuerzo al mantener el control de 50 bestias ni la falta de recursos ni la facilidad que el Plan Bolonia proporciona al docente español. Porque, individuo patético, la calidad laboral es MUCHO MÁS que el sueldo al final de mes, también influye muy mucho las condiciones de trabajo, y las condiciones de trabajo del profesorado español son LAMENTABLES.
2: Una vez más, el autor vuelve a jugar con escribir cifras en términos absolutos o porcentuales, y es que al escribirlos en absolutos puede comparar lo poco que trabajamos en comparación con lo mucho que rinden los europeos. Pero si lo pasamos a datos relativos y tenemos en cuenta el coste total de una carrera para el Estado, lo alarmantemente bajo que es el nivel medio de un salario español y la FALTA PREOCUPANTE de trabajo que obliga al graduado a salir del país y por tanto, a computar como ingreso 0 (Y contando para el cálculo para rebajar el rendimiento general para poder utilizarlo como demagogos como nuestro ''querido'' autor).

Finalizo diciendo que por gentuza demagoga y sin escrúpulos como el individuo (reitero lo de individuo porque no merece el apelativo de ciudadano o señor) mucha gente sin criterio se deja influenciar por la basura y la MIERDA con mayúsculas que nos aparta de la verdad, de una gestión crítica y de la posibilidad de fomentar el conocimiento a través de la sociedad, porque seremos la generación nini, pero también somos la más preparada, capaces de lo peor y de lo mejor.

Y el resultado depende de nosotros.

Artículo copypasteado

La presente entrada es una copia literal de un artículo de Pablo Arjona, publicado en la sección de economía (Página 22) del periódico La Gaceta del Viernes 25 de Octubre de 2013, el número 7.698.

La educación en España es muy cara para el Estado y poco eficiente
Un Universitario sólo paga el 20% de lo que realmente cuesta su matrícula. España es el séptimo país de la UE que más gasta en una educación de baja calidad

Los estudiantes y profesores están esta semana de huelga. Creen que las tasas universitarias son muy caras y protestan por la reducción de becas, los recortes en el gasto educativo o la bajada de las reitrbuciones de los docentes, entre otras razones.
Todos estos motivos son fácilmente rebatibles con las cifras en la mano. La educación en España es muy cara, pero para el Estado. Mucho más que para la mayoría de los países de nuestro de entorno. A pesar de su elevado coste, España está a la cola en las clasificaciones de calidad de la enseñanza.

El alumno sólo paga el 20%
El Gobierno popular decidió incrementar las tasas universitarias desde el curso pasado, sobre todo a los repetidores, dada la complicada situación de las arcas públicas. Antes de la subida, un alumno sin beca sólo pagaba de media el 15% del coste real de sus estudios. El resto lo pagaban los contribuyentes a través de los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, el estudiante se hacían cargo de una factura de entre 5.000 y 7.000 euros de media durante toda la carrera. Los 30.000 euros restantes que cuesta la matrícula de un universitario los ponía el Estado.
Con la subida de tasas aprobada por el Ministerio de Educación hace dos años, el alumno pasa a poner de su bolsillo aproximadamente el 20% de lo que cuestan sus estudios, un 5% más. La subida anual supone unos 60 euros más al mes respecto a cursos pasados. El 80% restante lo sigue poniendo la Administración. Además, el Gobierno decidió penalizar a los alumnos que reiteradamente suspendían asignaturas, lo que encarece la factura para el erario público. Así, si un alumno suspende una asignatura, la tasa se incrementa hasta el 40% del coste real. Si insiste en no aprobar, se encarece hasta el 75% de lo que cuesta su matrícula anual. Finalmente, si suspende por cuarta vez, el estudiante deberá afrontar entre el 90% y el 100% de la factura real de su matrícula.

Más gasto en becas
En cuanto a la presunta reducción en becas, lo cierto es que esta partida ha aumentado en 250 millones de euros, un 20% más respecto al año pasado, hasta alcanzar un total de 1.400 millones. Lo que ha cambiado es la nota media para acceder a estas ayudas: ahora se pide un 5,5 de calificación media para acceder a la gratuidad. Estos alumnos están exentos de pagar ese 20% que afrontan los que no tienen asignada una beca.

Más gasto por alumno
Tampoco se puede decir que el gasto público en la educación sea pequeño. De hecho, España es uno de los países del mundo que más gasta en este apartado. El Estado español invierte unos 8.600 euros por estudiante al año. Es el séptimo país de la Unión Europea que más desembolsa, según un informe de la OCDE. De media, en la Unión Europea el gasto es de 7.700 euros anuales por alumno.
Más datos. El 2,5% del gasto público en España está destinado a la educación universitaria. En otros países de nuestro entorno, esta partida es menor: Francia (2,3%), Portugal (2,2%), Reino Unido (2%) o Italia (1,7%).
Además, el gasto público en educación ha sufrido una subida en España del 31% entre los años 2000 y 2010. En la UE este incremento de los recursos públicos ha sido también menor: sólo un 19%.
Esta cifra contrasta con el aumento del número de alumnos registrado en España en la educación universitaria. En esa década se ha incrementado la población universitaria en un 4%. En Europa alcanza el 22%.

Sueldos más altos
Por último, los profesores de los centros educativos públicos no deberían quejarse de sus sueldos, puesto que salen ganando si se comparan con el resto de Europa. Los docentes españoles perciben un salario de 29.200 euros al año nada más empezar su carrera profesional. La media de la Unión Europea apenas llega a los 23.000 euros, según un informe de la OCDE que ofrece datos de 2012. Los profesores españoles ganan más que sus colegas franceses (21.000 euros), italianos (21.300 euros) o ingleses (22.000 euros).
Pese a estos altos costes para el Estado, la educación en España es de tan baja calidad que un titulado universitario genera a la sociedad 19.900 euros en beneficio público, según la OSCE. En la UE esta cifra es mucho mayor: 83.800 euros. En EEUU, por ejemplo, el retorno económico llega a los 167.000 euros por universitario.

viernes, 14 de junio de 2013

Incontinencia fecal

Hay días como hoy en los que tengo incontinencia verbal. Mastico entre los dientes esputos y escupo escupitajos líricos difuntos y maldiciones que hacen llorar al niño Jesús. Una verborrea implacable como si de la llantina mañanera de un bebé destetado con más hambre en el estómago que putas en Montera. Debería meterme un supositorio poético pero creo que la diarrea intelectiva que calzo lo inundaría todo y me haría navegar entre mierdas turbulentas, una mierda, vamos.
Miro a la pared y escupo.
Miro la televisión y escupo.
Miro mi cara y escupo.
Hoy la cosa va de escupitajos. Es lo que tiene cuando tienes cagalera, antojos y obsesiones maternas: te dan antojos por cagarte en la madre de todo lo que se mueve, porque a veces parece que todo lo que se mueve es un gran cactus debajo de tu culo que no para de menearse y escocerte hasta hacerte hemorroides sanguinolentas. *Escupitajo*.


Hoy tengo ganas de escupir mierda. Pero ya me he quedado tranquilo.  Venga, felices escupitajos, esputos de mi corazón.

martes, 19 de marzo de 2013

La Lógica de la Irracionalidad

Hoy he mantenido una interesante discusión con una amistad, donde me preguntaba por qué había personas que, pese a su gran implicación en el trasfondo de los movimientos sociales no se unen a ellos. Las motivaciones de cada uno podrían ser diversas, pero me ha preguntado si a lo mejor no están a favor del cambio y que, por tanto, su falta de acción provoca de manera lineal una pérdida de eficacia del movimiento destinado al cambio. Este diálogo me ha hecho reflexionar brevemente sobre el cambio social.

El cambio social es un término sociológico empleado por Max Weber, sociólogo alemán y fundador de la Socialdemocracia así como padre de paradigma socialista de la acción intersubjetiva (la realidad social no es real, sino la percibida por el individuo).

El cambio social impregna toda la vida social, toda la sociedad en todos sus aspectos. El cambio social no es más que el cambio total o parcial del sistema de valores de una sociedad orientado a una parcela de dicha sociedad. En otras palabras, el cambio social no es tangible ni visible, pero sí es estudiable.

El cambio social puede tener distinto alcance. No es lo mismo el cambio de presidente de una comunidad de vecinos que la implantación de una nueva tasa impositiva de la Unión Europea. También el cambio social, como toda acción (lección básica de sintaxis) es requerida de un sujeto y un objeto.

El sujeto de la acción social tiene como unidad básica al individuo. El simple individuo ya tiene el potencial de crear una acción social y, por tanto, un cambio social. La acción social es toda acción del individuo que tiene una repercusión en el medio social, ya sea por activa, por pasiva, directa, indirecta, por acción o por omisión. Es decir, todo lo que haga al individuo que se salga de la esfera estrictamente personal supone una acción social. Toda acción social implica (en referencia a la 3º Ley de Newton de acción-reacción) un cambio social, pero la intensidad de la acción puede diferir a la del cambio. Que un presidente de una nación le cuelgue el teléfono a Obama no tiene la misma repercusión que el que lo hagas con tu colega.

Las consecuencias de esto es que, volviendo al debate inicial, el hecho de que un individuo no vaya a una manifestación sigue teniendo una repercusión. Por poner un ejemplo algo brusco, supongamos que un individuo X no va a las manifestaciones porque no está de acuerdo con la metodología ni las formas, pero sí en el contenido de las protestas. Lo que se conoce como un ''rebelde intelectual'', vaya. Supongamos, insisto, que nunca ha ido a ninguna manifestación. De pronto, gracias a los milagros de la alta definición, el Gobierno consigue identificar mediante las fotografías aéreas a todos los asistentes. Supongamos también (dando una vuelta de tuerca más) que ese Gobierno se vuelve autocrático e instaura una Dictadura, y ejecuta a todos los disidentes registrados. El individuo X no es un disidente oficial, sin embargo su condición ideológica le coloca totalmente en contra del régimen, con vida y probablemente a la cabeza de una revolución.

De esta manera, la no acción del individuo le ha sumido en un cambio social que no estaba intencionado.

Y es que el cambio social no es intencionado. Es impredecible y no se puede forzar en la medida en la que lo que pretendes es forzar que aparezca el cambio que deseas.

Porque el cambio aparece de manera natural. Y no con esto quiero decir que el cambio es producto de ''las cosas van a cambiar igualmente, así que paso de hacer nada''. Al contrario. El cambio surge de manera natural con la actividad permanente de fuerzas generalmente antagónicas las cuales, sin su actividad, no producirían el cambio. Es necesario ese conflicto de fuerzas para que el cambio por venir, se produzca. En el caso de que una de las fuerzas se anulara totalmente, la otra alcanzaría el cambio que busca (en cierta medida, ya que siempre hay margen de error). Sin embargo, contadas ocasiones ha ocurrido esto en la historia, y las veces que ha pasado, ha supuesto una catástrofe moral y ética. Un ejemplo ''reciente'' es la bomba nuclear de Hirosima.

Lo que pretendo decir es que el cambio sucederá, y no será como nadie espera que lo sea, sino que será siempre diferente. Siempre habrá matices que lo asimilen con el cambio esperado por las fuerzas y agentes de cambio, pero también siempre diferirá. En España jamás se privatizará del todo la Sanidad y la Educación, ni se conseguirá derrocar al Gobierno a base del movimiento ciudadano. El cambio futuro en España seguramente se verá caracterizado por una privatización parcial de la Sanidad y la Educación, y la salida del actual Gobierno se verá debido en parte (o muy apoyado) por un movimiento ciudadano. Pero la realidad es que el cambio no será ni lo uno ni lo otro, solo tendrá pequeños matices de ambos. Esto hace a la vida social y a la realidad impredecible, sorprendente, inesperada e injusta para todos. ''Todo tiempo pasado fue mejor'' explica aquellas situaciones antes de un cambio social en el que has tenido que ceder parte al otro.

Todas estas obviedades son obviedades momentáneas, ya que todos (y me incluyo) en algún momento hemos olvidado lo que vivir en sociedad y el cambio social conllevan. El alcance de este concepto nos permite un análisis social que muchas veces difiere del dado en las noticias o incluso del juicio valorativo de cada uno.

viernes, 15 de marzo de 2013

Ciencia y Política

El artículo de hoy es más breve y ligero, que estamos a dieta y así no os empachais.

Es curioso como, en plena época de crisis política en España, todo el mundo ha protestado por los recortes en I+D, alegando que se dilapida el futuro. Es un claro ejemplo de exposición del modelo lineal, donde una inversión en la Ciencia acabará produciendo tarde o temprano una mejora en la sociedad. Este enunciado elemental se ha convertido en una premisa universal y totalmente cierta para la población, pero todos sabemos que hay mucho dinero derrochado y que no siempre se consiguen resultados. El Instituto Noos, por ejemplo, no ha logrado mucho, precisamente. Y mira que es raro.

Sin embargo, yo voy vengo a analizar la relación entre política y ciencia.


La relación entre política y tecnología parte del supuesto asociacionismo entre ciencia y progreso. La indiscutibilidad del progreso como algo inevitable, obligatorio y necesario es un factor fundamental nno solo de cara a las elecciones, sino además a la justificación de la actuación de los poderes fácticos (de gobierno). El respaldo científico es un sólido argumento para la consecución de fines políticos indiscutibles o ''inevitables''. La economía y la econometría, tan duramente cuestionadas y criticadas, han, sin embargo, justificado gran parte de las acciones y políticas de recorte del gobierno español, el cual afirma que no queda otra salida, afirmación por supuesto basada en datos científicos (aunque de dudosa objetividad).
Sin embargo, el interés político en aquellos ámbitos tecnocientíficos que son propicios a la mejora y preservación del propio poder se refleja en las enormes sumas de ayudas y subvenciones destinadas a los dos grandes ejes que definen el poder en la sociedad postindustrial actual: control e información.

El control de la población a través de la información se manifiesta mediante el potente desarrollo que han experimentado el ámbito de la telecomunicación y las redes virtuales, con la ayuda de la política científica (la cual no solo se ha dado mediante subvenciones, sino también con licencias y permisos y ''vía libre'' a las empresas destinadas a investigar este sector).

El registro virtual de las actividades, tendencias y gustos de los individuos que componen la sociedad a través de las redes sociales se encuentra al acceso de los Estados que deseen obtener información confidencial de sus ciudadanos bajo el fácilmente cuestionable pretexto de ''necesidad nacional''.
Este potencial acceso a la información justifica cualquier esfuerzo por parte del Estado para alcanzarlo.

Sin embargo, este método de control podría considerarse indirecto ya que el ciudadano no percibe en el momento dicho control, sino que se realiza a posteriori y no supone un cambio repentino y brutal de dichas tendencias.

Por otro lado, el famoso Proyecto Manhattan (proyecto bajo el cual se desarrolló la tecnología necesaria para las bombas nucleares empleadas en Hirosima y Nagasaki  en la década de los 50) es un claro ejemplo de un control directo y frontal. La tecnociencia militar le proporciona al Estado la capacidad de control activo y, en el caso del Proyecto Manhattan, el control de la guerra. No es de extrañar que después de la guerra mundial hasta hace bien poco, más del 30% del presupuesto destinado a desarrollo científico acababa en proyectos militares o espaciales. La inversión en tecnología militar garantiza al Estado la supremacía y supervivencia ante el resto de estados en primer lugar, y el control mediante el uso legítimo de la violencia (Max Weber) a su propia población.

La tecnociencia le proporciona a los poderes fácticos los elementos básicos que definen, legitiman y justifican al poder y su estructura en la actual sociedad postindustrial: control e información. Estos dos pilares articulan todo el concepto y dimensión del poder. La novela 1984 lo manifiesta claramente, ya que la información y su monopolio, así como el control del pasado y el presente constituyen una cápsula hermética de normativa social muy inhumana. Es por ello que, más allá de la ideología y el beneficio de la sociedad, la relación entre tecnociencia y política es inherente y recíproca, y siempre habrá una partida en los presupuestos generales destinada a I+D, aunque no esté destinada a educación, sanidad u otros ámbitos que únicamente benefician a la población.

jueves, 14 de marzo de 2013

El Gran Oso

En el anterior artículo realizo un análisis crítico del Individualismo y su origen. Más que análisis, esbozo. Sin embargo, el repaso histórico de un concepto no ayuda mucho a entender de qué cojones  narices va esto. Es por eso que este artículo se destina a contextualizar el individualismo. (recomendada la lectura de Vida Líquida, de Zigmunt Bauman)

El Individualismo combinado con otros factores tales como la Globalización ha condicionado demográficamente la estructura social actual. La progresiva reducción del núcleo familiar ha provocado nuevas formas de organización familiar. El cambio social derivado ha hecho, entre otras cosas, que los sectores más tradicionalistas de la familia hayan perdido peso y poder en favor de una legislación más permisiva. En otras palabras, la ruptura familiar y la diversidad sexual pueden ser pensadas como evoluciones naturales del Individualismo, manteniendo como constantes un desarrollo legislativo y democrático oportunos.

También, con la fragmentación familiar, se reducen los índices de natalidad. La futilidad de la vida y la falta de soporte económico y familiar provocan que las parejas se lo piensen antes de tener hijos. La moderación de las tasas de natalidad se compensan con el estancamiento de la mortalidad actual, provocando que el número de nacimientos iguale al de fallecidos. En otras palabras, se produce un estancamiento cuantitativo poblacional. España jamás llegará a los 50 millones de habitantes, por ejemplo.

El incremento del nivel de vida aumenta la dependencia del Estado que nos proporciona los servicios mínimos al mismo ritmo que aumenta la independencia respecto al resto de individuos. Si bien la Familia sigue siendo la Institución informal que mantiene y cuida del individuo en aquellos momentos en los que el Estado no puede, actualmente se está viendo amenazada a la desaparición por la ruptura nuclear. Como curiosidad, este hecho explica por qué actualmente, con unas tasas de paro superiores al 25% y más de 5 años de crisis económica, España no se diferencia en demasía a los años de bonanza: la familia como colchón amortiguador y principal soporte del nivel de vida del individuo juega un papel fundamental a la hora de acoger al enfermo y cuidarle (nuestras madres cuantas veces nos habrán cuidado y hecho comiditas especiales y llevado al médico y...), proporcionarle hogar cuando se ve en paro o desahuciado, etc...

El Individualismo, junto con el Consumismo, han condenado a Occidente a un modelo de vida rápido, donde los nuevos descubrimientos tecnológicos alteran la sociedad a la velocidad de la luz. Uno de los mayores focos del consumismo es el Consumo del Cuerpo: gimnasios, pastillas y toda gama de productos farmacéuticos adelgazantes, operaciones dermoestéticas, comidas desgrasadas, bajas en calorías, bebidas carbonatadas o light, todo esto por el lado de la salud... Por el lado de la alimentación, infinidad de gamas de restaurantes, proliferación de comidas del mundo, sección gourmets de los centros comerciales y grandes franquicias de precios asequibles ilustran en general que el Consumismo Corporal es uno de los mayores gigantes del Capitalismo actual.

¿A donde quiero ir a parar?

La divinización del concepto de Salud y Bienestar físico (porque si queremos hablar del bienestar emocional, se nos abre un enorme pozo de mercado lleno de pseudociencias kinéticas, artes marciales de relajación y concentración...) es muy importante, porque el modelo ideal del correcto ciudadano es aquel que se autorrealiza a través de su trabajo en un objetivo final, que es la consecución de un estatus social alto a través de un puesto de trabajo cualificado como recompensa a varios años de estudios superiores y dedicación a ello. Sin embargo, es un estilo de vida saludable y la consecución de logros físicos o mentales los grandes objetivos secundarios en nuestra vida. La independencia física y la certeza de que nuestra salud de hierro no solo nos permite ser autosuficientes sino que, además, nos permite ser atractivos de cara a los demás para que llegado el momento en el que necesitemos a alguien no nos suponga un sacrificio demasiado grande de nuestra recién adquirida individualidad son posibles derivaciones de este fenómeno.

Por otro lado, el Individualismo afecta en sumo grado a un factor más cultural, más de actualidad. El individuo, por la propia configuración social masificada, busca la independencia no solo del estilo de vida, sino además la independencia de la forma de vivir. Los gustos, costumbres, estilo, moda, etc... que definen la personalidad de un individuo son escogidos con sumo cuidado por éste para generar una combinación única e irrepetible que le permita diferenciarse del resto. La repetición sistemática de estos patrones de conducta ''individuales'' acaba constituyendo un movimiento sistematizado y unidireccional, del que se extrae una curiosa conclusión: El individuo es la personalización de la masa: el individuo de manera implícita arrastra los valores y tendencias de la masa que le rodea. Este fenómeno explicó la existencia de tribus urbanas, como los heavys, los góticos, etc... hasta la llegada de la Globalización. ¿En qué medida la Globalización ha aplastado a las tribus urbanas? El individuo ha dejado de estar rodeado por una masa determinada para pasar a estar rodeado por la totalidad de la masa mundial: el concepto de individuo se unifica, por lo que la totalidad de los individuos pasan a arrastrar los conceptos valorativos y tendenciales de la masa de la globalización. Por ejemplo, el individuo de edad de 35 años con un trabajo medio que vive solo ha tenido la costumbre de adquirir productos de Ikea con el fin de remodelar e idealizar su hogar, simbólicamente el reino de todos y cada uno de nosotros. El ejemplo más claro que ilustra este patrón de individualismo cultural es el modo de vida del protagonista de El Club de la Lucha.

 El empeño por mostrarse único e irrepetible es lo que le vuelve uno más del grupo, algo que pocos pueden aceptar. Por supuesto, existen movimientos tendenciales que recogen a aquellos que, lejos de pretender buscar su originalidad, intentan diluirse en la masa y parecerse al resto. Es aquí donde comienza el círculo de renovación de modas e imitación de costumbres que acaban globalizándose por esta misma causa: no hay mejor ejemplo que el de comer churros, un auténtico deporte internacional : desde E.E.U.U. hasta China o Colombia, se comen churros con chocolate, una costumbre típica de la buena vida española.

Este mismo proceso de individualismo también es un pozo emergente para las asociaciones políticas y académicas que renuevan el contenido ideológico de los partidos. La búsqueda de motivos profundos y críticas fundamentadas mueve al individuo a las esferas del conocimiento público. La incorporación de los discursos de los individuos a estas asociaciones que se encuentran con nuevas fuentes de pensamiento crítico las enriquecen enormemente. Sin embargo, la velocidad de transformación que estos conocimientos suministran a estas asociaciones diverge profundamente de la velocidad de cambio que los propios partidos políticos están dispuestos a asumir: las asociaciones políticas (o think tanks) están cada vez más desligadas y desencantadas de las estructuras fácticas. La brecha ideológica se ve agrandada por contextos de crisis, de hecho el desfase adaptativo provoca una ruptura entre la generación de contenido nuevo y la aplicación del viejo incluso en tiempos de bonanza. Un ejemplo de esto puede ser, por ejemplo, la actual separación entre los ''viejos'' dirigentes de los partidos (PP y PSOE) y las nuevas generaciones, que se quejan de que la sangre vieja ocupa los altos cargos y evita la renovación, del mismo modo que evita la evolución del sistema.

El individualismo ha afectado, incluso, a la forma de llevar a cabo la guerra. Los antiguos patriotismos (que no nacionalismos) que perseguían la derrota del enemigo a través de su aplastamiento a manos de los ejércitos nacionales se han quedado atrás. ¿De veras crees que el individuo va a sumarse por voluntad propia a ''la masa del ejército''? El ejército como tal es una masa, y el individuo se niega a perder su mal llamada individualidad, porque es el gran valor del siglo XXI. ¿Como llevar a cabo ahora las guerras? ¿Como acelerar ahora el intercambio internacional de las esferas de control y poder? ¿Cómo activar las grandes válvulas de liberación de presión de la economía? Fácil y sencillo. A través de la red virtual, donde el individuo se puede convertir en masa y la masa, en individuo. La conversión es terriblemente sencilla: con la digitalización de la vida, la aniquilación actual de todos los soportes y almacenamientos digitales implicaría prácticamente acabar con la cultura humana mundial actual, por lo que un único virus bien dirigido tendría un efecto mucho peor al de una decena de bombas atómicas de hidrógeno.
La generación de líneas de código autorreplicantes que dupliquen los agentes nocivos virtuales es una tarea fácilmente llevada a cabo por uno, dos, varias decenas de individuos que como tal y por concepción numérica, no representan una masa, sino una élite. El más claro ejemplo lo tenemos en la actual guerra cibernética declarada entre EEUU y China.

En conclusión, el Individualismo es un valor que impregna en cierta medida todos y cada uno de los hechos que caracterizan nuestra sociedad. La maravilla de la multicausalidad nos permite escoger el objeto que nos interesa como causa hegemónica del proceso a definir, lo que si bien por un lado puede parecer sesgado y erróneo al lector, nada más lejos: la posibilidad de explicar todo el entramado social en parte a un único concepto denota que, evidentemente, hay más conceptos que interactúan en el entramado. No obstante, si el concepto escogido es lo suficientemente sólido, podrás explicar gran parte con él.

Este artículo ha sido más un ejercicio para mí que un artículo propiamente dicho para el lector, ya que lo que he tratado es de escribirlo del tirón pensando que elementos se podían relacionar y he visto complacido que me ha resultado asequible establecer una correlación.

La correlación es una palabra que hoy en día no tiene mucho eco, y mira que es una palabra bien maja. Sin embargo y metiéndonos en la dimensión filosófica, el proceso mental de la correlación y toda su connotación es una necesidad en la sociedad actual: entender que todo está entrelazado e interconectado y, que al mismo tiempo, esa conexión no es la única ni resulta suficiente como para sostener la explicación, es un proceso mental que considero indispensable para la formación del correcto ciudadano civil de la sociedad de la información globalizada. Todo aquel que sea incapaz de, al menos, intentar pensar de esta manera, está abocado a ser el sujeto de mentiras, engaños y manipulaciones por parte de las estructuras políticas y las esferas del poder en sus distintas formas: eléctricas, medios de comunicación, asociacionismo, empresas...


Esto es todo por hoy, creo que daré por zanjado el tema del valor Individualismo ya que creo haberlo contextualizado ampliamente. Es necesario volver a aclarar que no coloco este valor como causa hegemónica de todos los puntos que menciono, sin embargo expongo como explicar el fenómeno a partir de este valor, obviando el resto del sistema de valores.

Se agradecería algún comentario, especialmente si es de alguien no versado en sociología, pero todos son bienvenidos. Gracias por la paciencia.


martes, 5 de febrero de 2013

Papá y Mamá Oso

Hola de nuevo, mocosos y pedorras. Tras un enorme parón, casi tan grande como el que hay en España (nah, es coña, menuda hipérbole me acabo de marcar) vuelvo a las andadas para pronunciarme en mis clásicas parrafadas interminables con las que pretendo cambiar el mundo, abrir los ojos a millones de inocentes y crear una secta de la cual yo seré el líder a adorar, como Comte. Oh, yeah.


Ya he hablado con anterioridad de la economía y la educación. Lo suyo sería hablar de la sanidad, pero lo admito: no estoy muy puesto en ese tema. Sin embargo en otra entrada ya dije que me gustaba explorar la génesis, por lo que pensé y con el refuerzo que los nuevos contenidos que he aprendido en mi carrera llegué a un hilo mental: ¿Qué ordena el orden económico mundial? El capitalismo, considerado para mí como el dictador (1) virtual (2) definitivo (3).

(1): Dictador, porque te obliga a vivir en el Sistema. Si no vives en el Sistema, te conviertes en un despojo, un deshecho. Bauman en su libro Vida Líquida expone un ejemplo muy claro sobre este asunto: puedes ser una gota que sigue a la corriente, aferrándote ligeramente a lo que te toque en el transcurso de la corriente, y cuando la corriente decida que os separais, os separais; o bien te conviertes en un lastre, intentas agarrarte a un tronco o a la orilla y te transformas en lo que toda gota odia: un sedimento.

(2): Virtual, porque no tiene una entidad física. Si bien los bancos son una de las piedras angulares, no conforman el espacio físico en el que se desarrolla. No hay materia, no hay nada a lo que aferrarse, no tiene cara ni rostro.

(3): Definitivo: porque a través de la educación se perpetúa en el tiempo. Si a esto le sumamos los anteriores factores, es un Dictador al que no se puede derrotar, porque no tiene una cara que golpear, pero tampoco se puede escapar de él, porque te atrapa. Tampoco puedes sentarte a esperar a que muera, porque es eterno en el tiempo (virtualmente hablando)

Vaya, la educación es su punto fuerte. Su brazo armado. Le perpetúa y preserva el modelo vigente. Desde luego la manera más eficaz de acabar con el Capitalismo sería imponer un modo distinto de vivir desde la infancia. Sin embargo, es una tarea de titanes oponerse con la flaqueza de nuestro cuerpo a los golpes titánicos del gigante abstracto. Tiene que tener un punto débil.

Y lo tiene. Se llama Confianza. Todo el sistema se sostiene sobre la confianza. Trabajamos con la confianza de recibir una prestación a cambio. Pagamos bienes confiando que nuestro dinero tenga valor y confiando en que el precio que se nos indica es el precio que merece el producto. Solicitamos un préstamo confiando en que el banco de verdad nos da un préstamo, y no una promesa de dinero que nunca existió.
Es más, hay más cosas que se articulan con la confianza. Interesante. Si hay otros agentes que se basan en la confianza, deben de estar relacionados con el Capitalismo. Pero una misma causa puede tener distintas consecuencias. En otras palabras, no podemos transponer la debilidad de la confianza para establecer hipótesis de partida, siquiera. Eso sería pseudociencia, y de momento seré muchas cosas pero astrólogo y vidente, no. Por ahora, que la crisis aprieta mucho.

Bueno, repasemos los libros de historia. Quizás si retomamos una perspectiva general, podamos acceder al asunto con mayor claridad.

El Capitalismo surge en el siglo XVIII aprox. como semilla germinada por las ideas de la predestinación luterana y todo ese rollo religioso alemán, sin embargo no es hasta el siglo XX cuando el Capitalismo como tal hace aparición en el mundo de manera constatada. Y le tiene que dar las gracias a ese señor tan majo con bigote. No, Bismark no. Ford. Henry Ford. ¡Sí hombre, esa personita de moral tan admirable que no tenía problema en venderle tanques tanto a los americanos como a los nazis durante la 2ºGM! El premio Nobel tenía que haber ido para este superpatriota, y no para el actorazo de Barack Obama. Tsk tsk.

Sin embargo, el Capitalismo de la superproducción masiva en cadena germinó poderosamente sobre una sociedad democrática. ¡Anda! De hecho, las primeras sociedades democráticas se dieron entre el siglo XVII y el XVIII. Justo a la par que el Capitalismo. Que maravillosa coincidencia. Pero como decía ese gracioso anuncio de Telefónica de navidad donde un chaval amenazaba con un cuchillo a Santa Claus: ''las coincidencias no existen''. Bien, pues, es posible que exista cierta correlación entre la Democracia y el Capitalismo.

A esto he de añadir que hago trampas: La Democracia en América de Tocqueville nos adelante que efectivamente existe la correlación. Pero voy a proceder a explicarla.

La democracia surge en la Antigua Grecia y defiende la Igualdad para todos y bla bla. Todos sabemos lo que es la democracia. O creemos saber lo que es. Pero analizando en profundidad la democracia como filosofía, nos damos cuenta de que la democracia conduce a la individualización. En la democracia, todos tenemos los mismos derechos. Al pasar de un sistema jerárquico a uno democrático, ya no necesitamos los estamentos. No necesitamos servirle pleitesía a nuestro superior, ni requerimos de la pleitesía de nuestros inferiores. La cadena de mando social se rompe. Hay una separación de las relaciones sociales existentes. Lo que a priori es bueno, cobra una dimensión dramática: tú como superior, cuidas (en cierta medida) del bienestar de tus inferiores, ya que al fin y al cabo, eres su responsable y ellos tienen que realizar tu labor. Como inferior a alguien, tienes que hacerlo lo mejor posible para que cuide de ti y te proteja. Sin embargo, al romperse estos vínculos pseudo-familiares, emerge un sentimiento de soledad social, que pronto se acaba convirtiendo en la aceptación de la nueva situación. Comprendes tu nuevo papel como individuo pleno, como CIUDADANO. Tu inferior es igual a ti, y tu superior también. Ya no hay una diferencia legal. Esto también provoca que rechaces al resto. Más que nada porque antes, si tu inferior te decía algo y no te gustaba, lo ignorabas. Si tu superior te decía algo y no te gustaba, lo aguantabas. Pero si un igual a ti te dice algo que no te gusta, no estás de acuerdo. No aceptas la superioridad de su argumento sobre el tuyo. Y tenemos un ejemplo muy claro: en los foros online de discusión, lo que prima es, en términos vulgares, ''a ver quien la tiene más grande''. A ver quien queda por encima, porque no toleras que un igual pueda ser superior a ti.

Si a esto lo acompañamos de la fragmentación del núcleo familiar como resultado del aumento de riqueza generalizado que permite una mayor independencia del ciudadano permitiendo a los tíos vivir por su cuenta y  al abuelo y la abuela y los primos mandarlos a vivir con los tíos, podemos observar que, poco a poco, el individuo se va quedando solo. Abandonado. Nadie a quien mandar, nadie a quien servir, nadie a quien proteger. ¿De quién va a cuidar ahora? Pues de sí mismo, obviamente. Individualismo.

Vaya. Una de las consecuencias directas de la democracia, es también una de las condiciones indispensables para la existencia de un Capitalismo. Podemos decir, por tanto, que hay una correlación entre ambas.

Sin embargo, en la realidad nos encontramos con democracias capitalistas, pero también dictaduras capitalistas, al igual que dictaduras no capitalistas y democracias no capitalistas. Bueno, si bien por ahora no explicamos las tres siguientes, centrémonos en explicar la primera.

Las democracias capitalistas (Alemania, E.E.U.U.) son responsables de haber extendido el virus capitalista por el mundo y al resto de potencias. Esta afirmación tan pretenciosa se refuerza perfectamente acudiendo al  libro de Naomi Klein, La Doctrina del Shock, donde al parecer el señor Friedman, un excelentísimo Premio Nobel de Economía por su Modelo Económico Ficticio y Jamás Aplicado, tiene mucho que decir desde la tumba.

El capitalismo es un ente complicado de entender. Por un lado su brazo fuerte es la educación, y se acompaña de la Democracia para volverse más fuerte. Es más, el principio de Igualitarismo de la democracia refuerza el brazo fuerte del Capitalismo. Más que una correlación, podemos observar como parece una relación simbiótica, donde cada uno obtiene un beneficio del otro de tal manera que ambos generan una dependencia tan grande que por separado morirían. En este caso, ¿quién es el anfitrión y quién el parásito? ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Como opinión personal, me atrevería a decir que el capitalismo es el anfitrión, ya que si bien la democracia ha servido de catalizador para permitir la existencia del Capitalismo y sus diferentes combinaciones con diferentes modelos de gobierno, la democracia sin Capitalismo parece casi un mito. El Valhalla. Es un susurro que nos dicen desde Europa. Sin embargo, la diferencia no está clara. Lo que sí está claro es que ambas succionan el alma del individuo, haciéndose yunques las plumas y haciéndose pluma el yunque.

Y ya está, creo que por hoy ya vale de biblia. Ya os he recitado los salmos pertinentes. Intentaré en la medida de lo posible añadir nuevas entradas pronto, tales como la concepción del individuo en la postmodernidad o la explicación del problema demográfico que presenta España, que puede explicar en gran medida la situación en la que nos encontramos.

Quiero hacer un llamamiento a la razón y a la lógica, y sobre todo, hacer un llamamiento a la desconfianza y el desacato a la autoridad. Pero no en el sentido civil, sino en el intelectual. Desconfiad de todos los sistemas de gobierno, porque quien se prevee para algo que nunca sucederá, será más sabio que aquel que no se prepara para algo que de pronto, llega. Y el desacato a la autoridad es esto: luchad por desentrañad la maraña de conexiones y de causas que nos llevan a donde estamos, porque como se dice en 1984, quien controla el pasado, controla el futuro, y quien controla el presente, controla el pasado. Entendiendo lo que nos ha llevado hasta ahora, entenderemos lo que nos depara.

Buenas noches, lectores enfermizos. May the Music Be With You!